12 Marzo 2024

Transformando las bases de la construcción para allanar el camino hacia un futuro más sostenible

Paula Molina, Managing Director of Infrastructure, Real Estate & Financial Sponsors at BBVA France

Atravesamos por una época en la que la construcción está en constante presión para satisfacer las crecientes demandas derivadas de la concentración de más de la mitad de la población mundial en las ciudades. Esta tendencia, que seguirá en alza en los próximos años, junto con el crecimiento de la población mundial, que se calcula que estima cerca de 2.000 millones de personas más dentro de 30 años, constituyen un reto para la concepción de edificaciones, en términos de vivienda y también de edificios sociales como hospitales, colegios, universidades, oficinas…

Actualmente la construcción mundial cuenta con una superficie estimada en 235.000 millones de metros cuadrados y se estima que esta superficie se duplique en el 2060. Esta evolución de las ciudades tiene que estar acompañada de estándares de sostenibilidad que fomenten el uso de materiales que combinen el bienestar de las personas y la mitigación del cambio climático.

Por lo tanto es imperativo reflexionar sobre la implementación de nuevas tecnologías para que las estructuras a erigir tengan un menor impacto ambiental. La clave para lograrlo está en la sostenibilidad de los materiales de construcción. Actualmente las emisiones de CO2 derivadas de la construcción y del funcionamiento de los edificios han aumentado hasta alcanzar un nivel histórico, llegando a representar un 37% del total de las emisiones mundiales de CO2 por consumo de energía. De hecho, los materiales de construcción – hormigón, acero, aluminio, vidrio y ladrillos – ya suponen el 9% de las emisiones totales de CO2 por consumo de energía.

Los materiales de construcción constituyen un desafío clave para abordar el cambio climático y avanzar hacia prácticas de construcción más eficientes. Alternativas sostenibles están ya en el mercado: el cemento verde, el hormigón reciclado, la madera sostenible, el bambú o el corcho son solo algunos ejemplos de alternativas que pueden reducir drásticamente la huella ambiental. Estos materiales no sólo son respetuosos con el medio ambiente, sino que también ofrecen beneficios económicos a largo plazo y contribuyen a la preservación de nuestros recursos naturales.

Si reflexionamos sobre la vida útil de una construcción, la sostenibilidad supone mayor eficiencia, durabilidad e incluso beneficios económicos. Sin embargo, hay desafíos que enfrentamos al adoptar estos enfoques más sostenibles como son los costes iniciales más altos; la resistencia al cambio y la falta de conciencia son obstáculos reales. Para ver estos desafíos como oportunidades para el crecimiento y la innovación es necesario una cambio de consciencia a toda escala en la sociedad que ya comienza a producirse:

  • Las empresas de construcción optan por un enfoque integral de sostenibilidad en todas las etapas del ciclo de vida de los materiales.
  • Las personas están cambiando sus gestos y hábitos con prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
  • Existen bonificaciones de entidades públicas para incentivar edificaciones y/o remodelaciones sostenibles.
  • Las entidades financieras favorecen la financiación de construcciones más sostenibles fomentando la responsabilidad medioambiental.

La implementación exitosa de estas estrategias puede llevar a una industria más sostenible y alineada con los objetivos climáticos globales.

En BBVA acompañamos a nuestros clientes en cada etapa del ciclo de vida

Como la inversión en sostenibilidad no solo preserva nuestro entorno sino que también construye un futuro económico más sólido y ético, desde BBVA acompañamos a nuestros clientes en cada etapa del ciclo de vida, desde la financiación de tecnologías más eficientes en los procesos de fabricación de los materiales, al desarrollo de materiales con bajas emisiones de  carbono, a la captura y almacenamiento de carbono, entre otras. 

Y es que la sostenibilidad es una prioridad estratégica de BBVA. El banco se ha fijado el objetivo de movilizar hasta 300.000 millones de euros en negocio sostenible entre 2018 y 2025, y esto incluye actividad de infraestructura y construcción. Durante el año 2023, BBVA movilizó alrededor de 3.200 millones de euros en el desarrollo de infraestructuras inclusivas y alrededor de 6.800 millones de euros en infraestructuras que promueven la eficiencia energética. En total, el grupo BBVA movilizó negocio sostenible por valor de 69.700 millones de euros en 2023.

Este año, BBVA ha sido reconocido como el banco más sostenible de Europa por cuarto año consecutivo según el DJSI 2023 (Dow Jones Sustainability Index) y ha obtenido la mejor puntuación en la categoría de bancos en la región (84 sobre 100) y la segunda a nivel global. El DJSI es el índice de referencia mundial en materia de sostenibilidad y mide el desempeño de las mayores compañías por capitalización bursátil en materia económica, ambiental y social.